Una madre escribiendo un nuevo artículo para su blog, un padre en medio de una videollamada, un adolescente estudiando en su habitación y su hermano, en el salón, juega a un videojuego… mientras la familia con la que comparten pared ha preparado una tarde de cine en casa, y los vecinos de arriba celebran una reunión entre amigos evitando encontrarse en un lugar público.
Desde el pasado mes de marzo el tiempo que pasamos en nuestros hogares ha crecido exponencialmente, y así hemos empezado a darle mucha más importancia a situaciones que antes pasábamos por alto o desapercibidas, como la luz natural, acceso a terrazas o jardines, y el tema que ahora nos ocupa: el ruido.
Por ejemplo, las videollamadas ya ocupan parte de nuestro día a día, y todo comenzó con el inicio del confinamiento. Según un informe elaborado por Hootsuite, plataforma líder en gestión de redes sociales, las llamadas a través de Facebook se incrementaron con la llegada de la pandemia en un 70% al mes y las realizadas mediante Whatsapp crecieron hasta un 100%. También hemos consumido más entretenimiento de forma online: el mismo estudio señala que hemos dedicado un 42% más de nuestro tiempo a ver películas y series, así como un 22% más de nuestro ocio a jugar a videojuegos.
El entretenimiento y el trabajo en el hogar, ya sea desde el ámbito profesional o del estudio, continúa en cotas muy altas y por lo tanto, eleva considerablemente el volumen y ruido que generamos cada día. ¿Sabes cuáles son algunas de las consecuencias que genera la exposición a sonidos fuertes e indeseados en nuestro cuerpo? Estrés, agotamiento y falta de concentración, así como depresión, alteración del sueño…
Existen muchas vías de transmisión del sonido (techos, paredes o suelos) y aislar nuestra casa de los ruidos tanto internos como externos es una tarea complicada, pero actualmente en el mercado hay muchos materiales y sistemas que contribuyen a reducir este problema. Con respecto a las particiones verticales, uno de los más eficaces es MURALIT, un sistema constructivo que aúna las ventajas de las paredes de ladrillo hueco de gran formato y las placas de yeso laminado:
- La solidez de las paredes proporciona una adecuada protección contra el ruido, verificada mediante una amplia batería de ensayos de laboratorio e in situ.
- Las paredes separadoras alcanzan un aislamiento acústico que varía entre los 54 dBA hasta los 70 dBA, en función del tipo de solución, material absorbente, material de la banda elástica, etc. Dichos valores permiten conseguir altos niveles de aislamiento acústico entre recintos.
- Su compacidad y resistencia no solo transmite al usuario sensación de seguridad y solidez, sino que además permite fijar elementos pesados a la pared con total garantía de que ésta las va a soportar.
- Además, su aislamiento térmico y su capacidad para regular la humedad ambiente, crea un ambiente confortable y saludable para el usuario.
MURALIT es el sistema más eficaz para reducir un ruido con el que inevitablemente debemos convivir.